Partanchís

Partanchís Juego de Mesa

Pachisi es un juego que nació en la India en el siglo XVI, eso he leído. No se utilizaban dados sino 21 conchas y dependiendo de como quedaban al tirarlas sumaban un punto o cero, siendo el máximo de puntos que se podían obtener 21, que se dice pacisi en Indi. El Parchís, Parqués, Parcheesi, Ludo, Tock… son juegos de mesa basados en el Pachisi. Su mecánica y método sencillo hacen de ellos unos de los juegos de mesa más populares y jugados. Son juegos de tablero abstracto y familiar para “todas las edades”. El original ha sido enriquecido, ambientado, rediseñado, variado en sus mecánicas y utilizado para dilucidar retos, hay muchísima bibliografía y opiniones.


Cuando di a conocer el juego Partán, en su mecánica básica original, lo hice en tiendas especializadas de juegos de mesa y los asiduos y aficionados recibieron con escepticismo el “invento”. Provocando inicialmente poco interés, quizás por la similitud que apreciaban a primera vista con un parchís o el juego de la oca, (tirar dado y mover ficha).


Una vez que se juega al Partán la cosa cambia ya que toda apariencia y similitud con el Parchís se desvanece. Pero surgieron diversas expresiones y frases tras la experiencia de jugar como: “hay un quinto jugador”, “impredecible”, “no se como he ganado”, “que locura y desatino”, “que curioso”, “es un Parchís Loco” y así quedó, Partán el “parchís loco”. Realmente no me desagradó la idea de que se le definiera como un “Parchís”, que es uno de los mejores y más populares juegos de mesa.


Partán no es en sí mismo un juego, es un sistema y ésto ha creado cierta controversia. Un sistema no puede ser alterado ni reglado, por lo que queda en un rango diferente respecto a mecánicas, métodos y reglas.

A pesar de no ser un juego de mesa sirve como ejemplo el cubo de Rubiks®:


El sistema sería su mecanismo, que permite al objeto y a cada una de las caras girar en tres dimensiones, siendo un diseño espacial, estructural y articulado que no puede ser alterado, modificado o desmontado por el jugador.
La mecánica consiste en actuar con el objeto girándolo a él y sus caras a un lado y a otro en tres dimensiones con el fin de ordenarlo.
El método es realizar movimientos algorítmicos que nos permiten colocar piezas en su sitio sin descolocar otras y así poder resolverlo.
Es un rompecabezas, así que no hay reglas.


Los juegos Partán también tienen sus mecánicas y métodos que son definidos y diseñados expresamente para funcionar con un sistema que no puede ser alterado por el jugador. Dicho de otro modo, partiendo del Sistema Partán se diseñan los juegos que llevan su nombre.


El reto de aplicar el Sistema Partán en un parchís resultó una ecuación nada fácil de resolver que necesitó probar infinidad de algoritmos. Tomando como base las reglas comunes de los juegos anteriormente mencionados, he conseguido definir un parchís funcional con el Sistema Partán. El resultado es el Partanchís® © y puedo decir que sorprende la diversidad en la evolución de las partidas, decir que no hay dos partidas iguales es poco.


Ignoro la proyección que pueda tener pero la experiencia de jugarlo, además de producir desconcierto, asombro y diversión, despierta inevitablemente el ánimo de reto y la búsqueda de estrategia. Ganar o perder pasa a ser una consecuencia deseable más que un objetivo motivador. Jugarlo sin reír es un reto difícil de conseguir… Podría ser una opción, pierde el primero que se ría :).


Thais